Bienvenidos "Ximopanolti timochtin"

Es muy grato para nosotros poner en sus manos este blog, que más que un anuncio promocional propio, la intención es que sea un lugar de divulgaciòn para todo aquel que tenga algo que mostrar a los demàs, la gran mayorìa de los integrantes, con el afán de exponer su trabajo, ha decidido crear este medio. Algunos profesionales, otros no, la intenciòn es democratizar y no discriminar las aptitudes de nadie, este también pretende formar una base de datos de todos los ilustradores que deseen participar y apoyarse unos a otros... Bienvenido seas Hermano Ilustrador, Los dioses bendigan la pluma y la tinta...

jueves, 16 de febrero de 2012

Hominus ex Machina

Me puse a ver este atardecer cuyo color escarlata llenaba la aurora, un ardiente sol iluminaba los vestigios y ruinas de nuestras ya muertas culturas humanas, oh como anhelo haber visto como incoaron nuestras propias ideas a materializarse, y estas condensarse para crear lo que imaginamos y deseamos. Respiré este aire, terrenal, con un olor a ceniza fría. Me llamo Fides, tal vez yo sea el último de los humanos en esta tierra, la última persona que proyecte su silueta en el suelo, el último que inhale este aire con su característico olor a ceniza. Sin embargo yo aún tengo las esperanzas de poder continuar con nuestro legado humano en la Tierra. Por varios ciclos solares, los cuales mis padres y abuelos llamaban años he intentado crear a un ser humano, uno perfecto, que me ayude a prolongar la especie humana, una especie en peligro de extinción que se creía así misma abundante y prospera, pero la enfermedad, las guerras, el cosmos nos ha demostrado ser una especie llena de contradicciones, un montón miserable de secretos. Regresé a mi colosal refugio donde creo a la perfección humana con ciencia. Que Dios me absuelva de mis pecados de intentar ponerme en su lugar, pero no creo tener otra opción, más que morir y terminar nuestro legado. Mi juventud por suerte no termina y espero pueda ver el proceso de nuestro nuevo nacer. Esta mujer casi completa esta, ella será mi Eva y yo Adán, y la humanidad pueda yo salvar, este proyecto final no ha de tardar. El nuevo génesis experimentar y nuestros errores pasados reparar. Ya es tarde, regresaré a lecho a descansar.
La esperanza me mantiene vivo pero la locura me tiene moribundo, la soledad, la soledad esta al asecho, corrompiendo mi mente poco a poco, oigo sonidos en mi refugio: voces, pisadas de cuerpos intangibles, y puedo jurar por mis propias creencias que un retrato de una persona cuyo nombre desconozco, me siguió con la mirada y sonrió cuando la miré con terror. Sé que estoy imaginando todo esto constantemente, pero eso me hace dudar si también estaré imaginando toda mi vida y existencia. No sé si toda mi labor ha sido pura fantasía, o si tan solo soy un recuerdo de un yo futuro reviviendo su vida antes de morir como dicen los rumores remotos, y si ese es el caso no debería tenerle miedo al deceso. No sé la verdad si este presente es verdaderamente vida o muerte, todo es tan relativo y similar al mismo tiempo. Solo espero concluir a este nuevo ser humano y estas dudas despejar.
Pocos días solo faltan para que renazca la humanidad. Cuerpo creado, bello, delicado, perfecto, no falta nada más. Solo que sin vida está, un montón de huesos, carne, sangre, solo es nada más. Las voces provenientes de aquellas paredes vacías dicen todo el tiempo que no lo lograré, yo les contestó “Con verdadera fe todo es posible”, sin embargo ellas ríen y ríen, y contestan con frenesí “¿Cómo puedes saber que lo que haces es real y no mentira?, ¿Cómo puedes saber que ella te ayudará?, ¿Cómo sabes que ella no es parte de nosotros?”, aquí yo les replico “Ella es lo que yo sé que es, y ella no es lo que sé que no es”, responden con interés “Entonces ¿ella que es para ti?”, yo les concluyo “Ella es esperanza”. Las voces callan pero un último murmullo me amenaza a mis espaldas: “Recuerda que Ícaro se cayó por volar muy cerca del sol”.
Nuestro gran ilustre día ha llegado. Ella está dispuesta a recibir aquel don con el que todos hemos nacido. Su complexión está lista para funcionar y ser humana, mis esperanzas llegan a su punto culminante, mi fe logra hacer que mi mente entre en un vacío de complementación. La maquina dadora de vida he accionado. El cuerpo de esta doncella se ha llenado, por fin. Un humano completamente nacido de la maquina.
Cual chasquido de sonido he percibido, era el sonido de sus pulmones llenándose del elixir esencial de la naturaleza destinado hacia todos los seres vivientes, expulsándolo en un clamor digno de una banshee por el dolor causado de su primer respiro. Sus bellos ojos por golpe se abrieron, revelando dos vividos colores: Azul celeste y verde profundo. Respirando de manera agitada miró con acentuada confusión a su alrededor, se notaba que intentaba comprender lo que estaba pasando, luego su desnudo cuerpo ella procedió a contemplar, experimentó primero con sus sensaciones externas de tacto tocándose las manos. Nunca había visto a un ser con bastante curiosidad de todo. Con la mirada ella seguía cada movimiento que yo hacía, vio todo lo que había en la habitación. De golpe llegó la vida hacía ella, experimentar con la vida real lo que ella hacía. De felicidad no me contenía, y luego yo reía. Pareciera ser el día más feliz de mi vida. Su nombre que le puse fue Spes.
Enseñanzas más básicas de la persona le instruí a mi querida Spes, en unos meses ella aprendió a caminar y su silla de ruedas abandonar. A veces mientras yo le ayudo, me pregunto “¿Alma tendrá?”. La esencia que nos separa de aquellas bestias salvajes sin conciencia alguna es nuestra alma. PERO ¿Es acaso este cuerpo físico el límite de nuestra alma? O ¿Es acaso el alma el límite de nuestro cuerpo? ¿Evitando así que nos convirtamos en bestias despiadadas? Todos estos pensamientos empíricos a la razón llegan cuando le enseñaba a ella hablar. Hablando con ella todo el tiempo me mantengo, desahogarme debo después de tantos años en la soledad y no sé si ella discierna lo que le digo, pero sano al menos me mantiene, y de aquellas voces de cuerpos invisibles lejos de mi existencia, desvaneciéndose poco a poco, como el humo en el aire.
Un día mientras lo más desconocido de mi refugio le mostraba, bajo una gran cúpula de cristal llegamos y el bello cielo le mostré, no me permitía a mi mismo enseñarle la terrible destrucción del exterior por ningún motivo a Spes. Ella se sentó debajo del centro de la cúpula se quedó admirando las nubes, yo la veía y admiraba su curiosidad, llegado mediodía, cuando sobre nosotros el sol estaba, ella extendió las manos al cielo intentando tocarlo, no se daba por vencida aunque en vano sus esfuerzos eran. Me empecé a preocupar realmente cuando unos leves gemidos de dolor ella expresaba, un efecto de lupa la cúpula provocó y las yemas de sus dedos se quemaron, de ahí inmediatamente la aparte.
Sus palabras poco a poco comenzaron a aclararse y hacer sentido, oh que majestuoso era saber que alguien contestara a tus palabras con la simpleza de un “si” o un”no”. Simples ideas daban una luz a su desarrollada inteligencia. Oraciones casi abstractas y confusas salían de su boca, algunos detalles que ella no entendía, conmigo ella acudía. Las oraciones poco a poco se volvían más complejas y entendibles. Todas los días le contaba a ella alguna historia de aquellos nuestros días pasados de la humanidad.
Un día de invierno, creo, no me acuerdo muy bien. Mientras yo le hablaba de una gran guerra cuyo ganador no tenía importancia latiente en nuestra época: “muchas personas murieron en aquella bomba devastadora” ella una pregunta formuló, por primera vez no tenía que ver con nuestro idioma o pronunciación de este “Fides, dime ¿Qué es la llamada muerte de la que tanto me hablas?”, Yo tomé un respiro y le dije: “La muerte es lo que sigue después de nuestra vida”, “Y la vida ¿Qué es Fides?”, no me sorprendía que Spes formulara esta pregunta así, de hecho yo ya la esperaba: “Es tu estado presente, empezó con el primer recuerdo tuyo”. Pensó Spes un poco de aquello “Y que te dicen los muertos, ¿acerca de cómo es la muerte?”, fue una agradable e inocente pregunta, pero la decía con mucha seriedad “Nada, los muertos no hablan, ni camina, ni comen, solo duermen”, Imaginando aquella situación Spes se encontraba, con sus pupilas mirando arriba, meditando, sonreí un poco sabiendo que imaginar le ayudaba “Fides, ¿que estado va después de la muerte y antes de la vida?”. Mi sonrisa murió ante tal pregunta, me han dicho toda mi vida que no hay estado eterno, ¿La muerte será la excepción?, “Spes, lo siento pero no se aquella respuesta” me vio con una mirada incomoda y con un poco de decepción.
Spes corría por cualquier lugar del refugio, como una niña. Curiosa era ella de nacimiento y todo lo conocible de este lugar quería saber. Yo le mentía que nuestro refugio era lo que quedaba de la tierra y prácticamente era todo el orbe terrestre. La Tierra allá afuera era una necrópolis cuyos ojos preciosos de tan bella dama no eran dignos de avistar. Aunque ella sospechaba: el sonido de la lluvia, el viento, y la extensión de cielo por arriba de la cúpula. Luego llegó hacia mi. “Ah, Spes, que te trae a donde mi persona se hace presente”, “Fides, tengo una duda que me ha hecho buscarte por todo el mundo, en varias de tus historias he notado que el hombre siempre ha querido herir a su igual, esto lo veo demasiado tonto, ¿Por qué nuestra especie querría hacer eso?”, pensé un momento en la respuesta “Spes, mi querida, las personas siempre han sido contradictorias, decimos ser el animal más inteligente, pero siempre nos autodestruimos, como si estuviéramos programados, como maquinas, a hacer eso como único propósito y razón de confirmar nuestra existencia, yo creo que el humano lo hace para ser reconocido, las guerras emprenden con ese propósito, las revoluciones también Pero quien sería yo para asegurar esto, la respuesta es una gran incógnita, pero bueno, ya es hora de ir a comer”. Spes miró sus dedos quemados recordando  un viejo incidente, luego levantó su mirada hacia a mi: “Fides, ¿Qué gana la persona con ayudar a otra?” , miré sus ojos de colores separados un momento, intentando ver su profundidad, “Nada, solo es lo que se debe de hacer, así alguien te será agradecido, no hay razón de ayudar”. Spes seguramente quedó decepcionada con mi respuesta idiota. Miró sus dedos y me agradeció cordialmente.
Spes aprendió a plasmar pensamientos en papel, casi por cuenta propia, creo que fue más rápido que ella aprendiera la escritura y la lectura, que el habla. Escribía cuentos ella, poesía sin sentido alguno sobre lo que ella comprendía del mundo que le he mostrado. Un día cambio su método de escribir. Yo me encontraba yacido en mi lecho, faltaban varias horas para que el majestuoso fulgor solar llenara de energía nuestro refugio, mientras que yo visitaba mi amado mundo onírico sentí que algo no estaba del todo admisible, una inquietud atrapante me obligó a abrir mis ojos. El bello rostro de Spes estaba a una distancia muy reducida del mío, contemplándome “Spes, cual es la inquietud que trae tan bella presencia como la tuya a mi lecho”, dije un poco molesto, “Fides, vi cosas, cosas utópicas, absurdas e irrealizables, yo estuve ahí, grandes escaleras, cuyos escalones como espejo eran y al mismo tiempo tan transparentes como el agua, subían a los cielos que yo recorrí, al llegar escalón concluyente el sol estuvo ante mi presencia, sentí su hermoso calor, lo pude tocar, lo agarré y lo metí a una bolsa, quería darte el sol a ti, sin embargo el sol hizo que la bolsa pesara demasiado y las escaleras no nos soportaron, se destruyeron, caí y desperté, ¿Qué fue esa experiencia que mi mente tuvo?”. Me extrañaba que esta fuera la primera ver que Spes se acordase de un sueño, “Spes, tu experiencia es lo que todos llamamos sueño, estos crean ante ti un mundo impenetrable, nadie excepto tú los verá, todos tenemos sueños y siempre son diferen…”, “¡¡FIDES!!, se me ha olvidado casi por completo mi bella experiencia”. A veces la paciencia nos hace fuertes “Su recuerdo se desvanece, como los pensamientos que tenemos”. Spes quedó un poco pensativa, ella tuvo bastante curiosidad, su peculiar mirada me decía un pensamiento profundo “Spes, no te preocupes, si quieres conservar su recuerdo, escríbelos, así su recuerdo será duradero”, con bastante rapidez Spes se esfumó de mi estancia, yo procedí a dormir de nuevo. Al despertar, fui a buscarla, me la encontré bajo la cúpula del colosal refugio, varios pliegos estaban en el suelo con dibujos que no daban sentido alguno, Spes volteo a verme, “Ah Fides, mira lo que soñé” juntó todos los dibujos y esto dio forma a la imagen de ella caminando sobre escaleras sin soporte alguno hacia el sol.
Spes, hacía un dibujo con el relato de su sueños, en caso de que los recordara, y así se entretenía, nada había en esta guarida que entretuviera a la mente humana, cuando Spes no existía al exterior yo estaba acostumbrado a salir, buscaba entre los despojos historias de estos, unas veces juré escuchar ruidos de gente caminando afuera de las ruinas, salía con alegría, nada más que el recuerdo fantasma en mi mente de el hombre, recuerdo que una vez lejos de las ruinas me quise mantener, alucinación de mil horrores me atormentó, al explorar la estancia de una edificación de decenas de años, un crujir y romper de vidrios me hizo salir de aquella construcción, salí y busque el origen aquello que provocase el sonido, al voltear al edificio que hacía poco indagaba, una bestia colosal salió de esta caminando en cuatro patas, descarnado del cuerpo, con brazos alargados y su cabeza estaba cubierta por una máscara de gas antigua, se incorporó mostrando como sus costillas atravesando su piel rojiza como la sangre, de su espalda salieron unas alas quemadas, luego me vio durante un rato, mi cuerpo recibió un escalofrió y el terror se apoderó de mi cuerpo, escuché una voz que decía “El hombre es el arma de guerra más defectuosa” y la criatura voló por los aires lejos de mi. Esto sucedió 2 meses antes de que Spes existiera aunque temo contárselo, a veces he podido verlo debajo de la cúpula volando alrededor del refugio, yo no lo dibujé como Spes lo haría, solo su recuerdo está encerrado en mi mente atormentándome, temo todas las noches que esta criatura no sea una alucinación y que este afuera contemplando mi refugio, a esta criatura de pesadilla le llamé Desperatio.
La bella Spes me tenía inquieto, en uno de sus dibujos mostraba un campo verde, y yacimientos de edificaciones, ella nunca ha salido de la guarida, aquí el metal impone su existencia, no me atreví a preguntarle acerca de ello, era posible que levantara yo sospechas de el mundo que le he impuesto, no me explico los dibujos, por un momento reflexione, y si ella era acaso también una parte de mi imaginación que cuestiona mi propia existencia, y usando mis propias experiencias pretende manipularme, como lo fue con Desperatio. No, no es posible, ella me tomó ciclos solares en crear y ahora la estoy cuestionando, sería como una ofensa hacia mi mismo pensar en ello. Spes seguía haciendo preguntas ese día, a pesar de no poder contestar algunas con la claridad esperada de ella. Al final cuando a mi bello lecho fui, esos pensamientos quedaron adheridos en mi razón, oh como deseo que no hubiesen hecho eso. Una pesadilla me levantó con un terrible miedo, Spes dibujaba frente a mi, yo la llamé para algo… no puedo rememorar con exactitud que, no importaba porque cuando ella volteo llevaba la máscara de gas de la bestia Desperatio.
Un día que yo no esperaba que llegaría. Spes llegó hacia a mi aposento, su confusa mirada me decía todo, una nueva pregunta que no podría responder con palabras humanas, a punto de salir de sus labios, pensamientos de posibles respuestas a la incógnita de la pregunta desconocida, pero sin haber esperado su verdadera naturaleza. “Fides, ¿de dónde vengo?, ¿porque estoy viva?”. Mi tenue corazón latió con un furor que hacía mucho no recordaba que hubiese existido, mi obvio nerviosismo intente ocultar, intente actuar con la mayor normalidad posible, no podía mentirle otra vez a la inocente, pero como explicarle a ella la naturaleza y razón de su existencia en este mundo, como explicar el hecho de que surgida de la maquina ella es. Y si le miento y su curiosidad la guía a la realidad, una realidad que la inundará con un océano de malinterpretación de mis actos. La verdad es como un camino que te lleva a un mal necesario, uno que no quieres hacer, sin embargo debes de hacerlo por obligación. Spes, seguía ahí esperando mi réplica, mirándome con su boca ligeramente abierta y sus ojos viendo los míos, “Spes, yo…, yo…, yo soy tu creador, tu naciste y exististe gracias a mis actos, yo te traje a este mundo desolado y destruido, el infierno de otro planeta, con el gran propósito de hacer reencarnar a la humanidad con mi ayuda, tu primera memoria es tu tardío nacimiento de la máquina”. Spes me miró con confusión, asimilaba la información que le di, miró sus manos y su cuerpo, reaccionó de una manera inesperada para mis propias predicciones, se acercó y puso sus brazos alrededor de mi cintura y recargó el lado derecho de su rostro contra mi pecho, un afecto humano que realmente extrañaba, agradeció con lagrimas en sus bellos ojos de colores individuales, que le diera yo la vida. “Fides gracias, gracias, gracias, por darme la vida, muchas gracias por traerme al mundo que tu llamas infierno pero yo llamo cielo, gracias por darme una razón tan bella por la cual vivir, muchas gracias Fides”.
Spes era más feliz que nunca, bueno, supongo que esa clase de felicidad solo aparece cuando conoces a tu creador, pero aún no sentía yo la confianza ni el valor de mostrarle el mundo apagado y triste del exterior, y si Spes se encontrara con Desperatio allá afuera. Spes no creo que le guste, pero aunque tardío fuera la llegada del día que le muestre el exterior, yo sería el obligado a mostrar su fatalidad misma, tener que ilustrar sobre la caída de el hombre sobre su propia carga, una reflexión de tan pesada decisión tuve que cargar durante varios día mientras Spes terminaba de descubrir el último rincón de nuestra guarida. Ella necesitaba saber, pero y si Desperatio fuese tan real como mi soledad  misma y estuviese ahí esperando a que salgamos, pero como puedo pensar en esto sin saber las verdaderas intenciones de la bestia que llamo posiblemente erróneamente homicida, es acaso su intención provocarme miedo a salir, y en ese caso Desperatio tendrá miedo… de mi, del ser humano de afrontarle. Toda esta clase de pensamientos llenos de contradicciones transitaban por mi mente cada vez que posaba mis ojos sobre mi querida Spes.
Abrí las puertas de la guarida, en sigilo en el punto máximo del crepúsculo, Spes dormía con serenidad, no se dio cuenta de mi estado insomne con una espada de plata forjada por familiares difuntos, decidí a la bestia enfrentar. No pude alejarme a mas de 30 metros de la puerta, mi miedo dominaba mi razón. Estuve parado esperando durante mucho tiempo su llegada, solo en la oscura sombra inclinada de mi guarida esperando, cada sonido hacía que diera un brinco y redujera la distancia entre la guarida y yo, el viento silbaba en mis oídos y su olor a ceniza me mantenía intranquilo. Lúgubres sombras producidas por mi mente salían de los yacimientos de destrucción para confundirme. Al final fue una pérdida de tiempo.
Regresé a mis aposentos y procedí a dormir tranquilo. A la mañana siguiente, fui por Spes que creaba otro dibujo, “Spes, una gran revelación tendré que darte hoy mismo”, Spes me miró un tiempo, “Vas a responder alguna interrogante que te hecho”, miré a la inocente, “Si, y no. Te voy a mostrar la realidad de nuestro mundo”, Spes estaba intrigada por lo que dije, “Fides, pero este mundo ya lo conozco totalmente, ¿Qué terrible verdad puede ocultar?”, “Spes, hay un mundo, mas grande que el que conoces, tu solo estás viendo solo su sombra desde que exististe, mil y un veces más grande que el conocido, el mundo que construimos, el mundo que destruimos. Lo que verás no va a ser de tu agrado, puede ser hasta terrorífico, Spes, ¿Quieres conocer la verdad de ese mundo?, o prefieres quedarte en este bello entorno e ignorar que existe como yo lo intento hacer”. Spes pensó un poco, su curiosidad la incitaba, se veía en sus ojos, no pasaron tan siquiera diez segundos cuando dijo: “Si, no tengo miedo al mundo del que hablas”.
Abrí las puertas de nuestra guarida, Spes vio el sol en toda su expresión, esta ves no lo vio a través de un cristal, luego vio la necrópolis que nos rodeaba, la podredumbre, el testimonio viviente de la muerte misma, las ideas que incoaron en materia, se condensaron y se destruyeron a causa de otras, respiró el hedor a ceniza, contempló los vestigios y ruinas de nuestras ya muertas culturas humanas siendo iluminadas por el sol, vio su silueta proyectándose en esta tierra muerta. Puso sus manos sobre su rostro y comenzó a llorar. Yo ya me esperaba que llorara, “Spes, tranquila, tranquila, lo que haya pasado aquí terminó, la gente ya no sufr…” pero a través de sus manos logré notar una sonrisa que me dejó intranquilo, quitó sus manos de su bello rostro, sus lagrimas no eran de melancolía, eran de alegría,  “Fides, esto es hermoso, este es el mundo ideal”, yo me enojé, “¡Spes, de que hablas!, esto es terriblemente triste, que no ves estos vestigios donde murió gente en un pasado remoto”, me miró con alegría, “Si Fides, si los veo, pero no veo gente que murió en un pasado remoto, veo a gente que vivirá en un futuro cercano, es increíble pensar, como nosotros dos ayudaremos a reconstruir el futuro, es increíble pensar, como hay esperanza para este mundo, y esa esperanza somos nosotros”, Spes me dejó atónito, ella tenía razón, yo siempre le vi el lado malo a esto, pero ella ve más allá de lo físico y triste, ella ve lo ideal.
Spes iba y regresaba del mundo exterior, todo el tiempo, yo me quedaba reflexionando en mi guarida, luego le acompañaba a explicarle algunas cosas, y así fue nuestra rutina, hasta que llegó ese día, no sé si debería maldecirlo o bendecirlo.
Spes llegó a mi con alegría. “Fides, Fides, encontré la solución a todos nuestros problemas, estos han acabado de una vez por todas, encontré un lugar que te va a llenar de esperanza y felicidad”, “¿Qué es, mi querida Spes?”, “Es sorpresa”. Spes me llevo muy lejos de la guarida, tal vez demasiado lejos, fueron varias horas las que estuvimos corriendo y caminando, llegue hasta preocuparme por no encontrar el camino de regreso. Escalamos una gran montaña y vi lo que había del otro lado.
Mis ojos no podían creer lo que veían, me llené de alegría, tanta felicidad, que tuve que tomarme tiempo para reflexionar que fuera real, pues al otro lado había gente, personas, humanos, niños, adultos, jóvenes, todo un pueblo. La especie humana no estaba tan muerta como creía que estaba y esto me contradecía, contradecía la creación de Spes, pero en ese momento.
Spes me llamó, habló en un tono de voz donde hacía su seriedad una verdad. “Fides, he cumplido mi propósito, te he dado esperanza, tus más grandes anhelos de que la vida humana siga en este mundo han sido cumplidos, muchas gracias por ayudarme a mí a mostrártelos, me voy, lejos”. La alegría salió de mi cuerpo en un abrir y cerrar de ojos, una gran preocupación llegó a todo mi ser, mi corazón latió con violencia y tristeza, “Espera Spes, a donde vas, no puedes dejarme, por favor no te alejes de mi, te lo ruego” Spes me miró con tristeza, ahora yo era el que estaba llorando, Spes me dio un abrazo, “Fides, tú me volverás a encontrar, eso te lo aseguro”, “¿Cómo, Spes, como?” contesté con melancolía y lagrimas, “Al igual que tu Fides, me ayudaste a salir de mi mundo conocido, y me mostraste este nuevo mundo exterior e ideal, tú también debes de salir de tu mundo físico y conocido, e ir al mundo ideal”, diciendo esto se evaporó en el aire.
La mente es la más bella máquina de la naturaleza, puede crear cosas como el caos y destrucción, o como la fe y la esperanza.

Spes est Fides, humana
La esperanza de la fe es el hombre.

Luis Pacheco

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